Perspectiva Trasnacional: transformando el análisis de la salud pública en población migrante

Como parte del Ciclo de videoconferencias interactivas 2022, el 12 de abril se llevó a cabo el seminario “Aportes de la Perspectiva Trasnacional al análisis de la salud pública en población migrante mexicana en Estados Unidos”, a cargo del Dr. Tonatiuh González Vázquez, Investigador en Ciencias Médicas C del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). 

A manera de introducción, el Dr. Tonatiuh González hizo saber que desde el año 2009 un grupo de investigadores del INSP ha aplicado la Perspectiva Trasnacional en los estudios sobre migración internacional –particularmente en la migración México-Estados Unidos–, explicando que se trata de una perspectiva teórica metodológica que apareció a mediados de los años noventa y ha transformado la forma de analizar e interpretar las migraciones internacionales, sustituyendo a la perspectiva de la migración tradicional o nacionalismo metodológico, el cual supone que la nación/estado/sociedad es la forma natural, social y política del mundo moderno y que los límites del estado nación delimitan y definen la unidad de análisis de las investigaciones. 

El Dr. González refirió que la perspectiva de la migración tradicional complicaba el análisis y la interpretación de los procesos migratorios, porque los migrantes son vistos como una anomalía que ocasiona un desequilibrio en el sistema del seguro social de los países receptores. Bajo esta perspectiva se afianzó el concepto tradicional de migración internacional y los proceso migratorios son interpretados como un cambio permanente, o al menos duradero, del lugar de residencia de las poblaciones de un  país a otro (migración permanente y temporal). Los estudios tradicionales centraban su análisis en los procesos de integración o asimilación de los migrantes al nuevo país, desde la postura de que los migrantes, con el transcurrir del tiempo, se iban culturizando o asimilando a la sociedad receptora, viendo a los países de origen y destino como dos sociedades separadas; y a la migración, como un evento corto que ocurría rápidamente.

En el caso de los Estados Unidos –explicó el Dr. González Vázquez– este proceso se conoce como Melting pot (él lo llama “La asimilación excluyente”) y se basa en la idea de americanización, indicando que la adaptación plena a la sociedad demanda la renuncia a la cultura ancestral a favor de los valores y comportamiento de la cultura anglosajona.

A principios de los noventa (1992) –relató el Dr. González– apareció el texto Transnationalism: A new analytic framework for understanding migration de Glick-Schiller y colaboradoras, el cuál hace un análisis sobre migrantes en Nueva York y se convierte en un texto fundacional al traer a la discusión el concepto de migración trasnacional, rompiendo con la idea de que los ciudadanos tienen que permanecer dentro del contenedor de su estado nacional particular. Desde este nuevo enfoque, el esquema de análisis clásico ya no era útil para explicar lo que realmente estaban encontrando los investigadores en campo, es decir, las características asumidas por el proceso migratorio a nivel internacional a finales del siglo XX. En contraste, la perspectiva de la migración trasnacional estudia los proceso migratorios como procesos mediante los cuales los migrantes sostienen relaciones sociales múltiples que conectan a las sociedades de origen con las de destino, construyendo espacios sociales que trascienden fronteras geográficas, culturales y políticas. Las comunidades, aunque separadas geográficamente, tienen un espacio social único. Esto se da a muy diversos niveles, a nivel de comunidades o de familias trasnacionales.

El Dr. González Vázquez apuntó que el trasnacionalismo propone que la asimilación al país de recepción no es de renuncia a la cultura del país de origen. Se ha demostrado –dijo– que los migrantes que mantienen vínculos de asimilación trasnacionales “tienen una ventaja para ellos porque se pueden inclinar más a un estado nación que a otro, de acuerdo a sus particularidades y a las condiciones del tiempo y el contexto”. Asimismo, comentó que también se ha observado que algunos migrantes trasnacionales quienes mantienen poca vinculación con el lugar de origen pueden, a partir de algún evento (como el nacimiento o la muerte de un familiar), “reconectar” con el país de origen e incluso su vínculo puede volverse con el tiempo cada vez más fuerte. Por otro lado, refirió que la perspectiva trasnacional se ha utilizado en muy distintas disciplinas, y señaló como ejemplo un estudio publicado sobre la migración de Axochiapan, Morelos, al estado de Minnesota en los Estados Unidos, donde se han replicado los ritos y danzas tradicionales de los Tecuanes.

Otro de los aspectos destacados en esta videoconferencia fue la importancia y el interés de utilizar la perspectiva trasnacional en la salud pública, pues la mayoría de los estudios de salud y migración los realizan epidemiólogos “que tardaron en conocer la perspectiva trasnacional y, por ello, no la emplean”, a su vez “los migrantólogos (como ellos mismos se identifican) trabajan pocos temas de salud pública”. Según el Dr. González eso explicaría que la perspectiva de migración trasnacional haya tardado mucho en incorporarse a los estudios en salud pública. “Se asume que las opciones de productos y servicios de salud para los migrantes se circunscriben a las de los países de destino, en similitud con las poblaciones nativas, y se considera como esporádica la posibilidad de que los migrantes utilicen productos y servicios de salud del país origen, lo que motiva a que no se les preste suficiente atención”.

Por lo que respecta al INSP, el equipo de investigadores que trabaja con población migrante mexicana en EEUU ha aplicado la perspectiva trasnacional en sus estudios. Así lo mostró el Dr. Tonatiuh González utilizando como ejemplo un estudio realizado entre los años 2010 y 2011 en ocho localidades de México y con prestadores de servicios en California, en el cual se empleó metodología cualitativa para levantamiento de datos, encontrándose que la comunidad de migrantes mexicanos puede acceder fácilmente a productos de salud provenientes de México, tanto alópatas como de medicina tradicional (lo mismo penicilinas o antibióticos que hierbas medicinales que cruzan la frontera clandestinamente) y, a la inversa, hay insumos que vienen de EEUU hacia las comunidades de México (desde monitores de presión, glucómetros o hasta ambulancias). De igual manera, se encontró que los médicos tradicionales curan pacientes tanto de manera presencial en EEUU como a distancia vía telefónica.

En el caso de los Biomédicos, mayoritariamente se establecen y dan consulta en las ciudades fronterizas mexicanas, de manera que los pacientes que viven en EEUU cruzan la frontera para tratarse en México porque les resulta mucho más barato. Otra práctica observada es que los médicos cruzan la frontera durante los fines de semana hacia los EEUU para dar consultas bajo licencia de otro médico radicado en aquel país. 

Cabe señalar que los migrantes sin documentos no se arriesgan a cruzar de regreso a México para atenderse, por lo cual la mayoría de las consultas las hacen vía telefónica con médicos mexicanos. Otros aspectos observados es que los migrantes en EEUU mandan a sus familiares y a los médicos mexicanos un flujo importante de remesas monetarias y equipos como baumanómetros o glucómetros; y que en México se mandan muchos productos medicinales hacia los EEUU por paquetería; 36% de los medicamentos alópatas que emplearon los migrantes en EEUU fueron recetados por un amigo de la misma localidad de origen en México. En el caso de los remedios caseros, 77% los recetó un amigo.

En resumen –señaló el Dr. Tonatiuh González– se observaron diferencias entre México y EEUU en el acceso, las características y los costos tantos de los servicios de salud, como de los productos en salud (exámenes médicos, equipos médicos y aparatos ortopédicos).

Más adelante, el Dr. González explicó que se hizo una revisión de la literatura disponible para observar el uso del trasnacionalismo en el estudio de la salud de los migrantes. Iniciaron con 1,187 resúmenes de los que calificaron 582 con criterios inclusión/exclusión, 74 para revisión completa y solo se incluyeron 26 en la muestra final, encontrando que casi todos los estudios utilizaron métodos cualitativos (23 de 26), evidenciando la falta de estudios de corte cuantitativo. Existen publicaciones que involucran flujos migratorios de todos los continentes, observándose un predominio de rutas migratorias de Sur a Norte, desde países de ingresos medios y bajos hacia países de ingresos altos. Abordando el fenómeno de la hibridación (simultaneidad): los migrantes mezclan bienes, ideas y personas entre los países de origen y destino, con la intención de mantener, mejorar y recuperar su salud. La mayoría se publicaron después del año  2010.

Las principales razones para buscar atención en los países de origen incluyeron: barreras a nivel del sistema de salud en los países de destino (altos costos, percepciones de calidad y accesibilidad de los servicios, prescripción limitada de medicamentos, idioma, tiempos de espera), preferencia por los proveedores de país de origen, creencias sobre cómo se deben realizar los diagnósticos y necesidad de reconectar con el país de origen a través de la utilización de los servicios de salud.

En las localidades de México, con un alto flujo de migrantes hacia EEUU, donde se realizó el estudio mencionado anteriormente, los médicos atienden vía remota a los migrantes, a través de entrevista telefónica, generando una transformación de la práctica médica, mediante la atención médica a distancia a través de un familiar que se presenta a consulta, no directamente al migrante. Los médicos también envían medicamentos y recetas a través de los familiares.

Se observó que, en la atención presencial de los médicos en las localidades de origen a las personas con experiencia migratoria, hay exigencia de exámenes de laboratorio como suele hacerse en los EEUU. Asimismo, se pudo constatar que los profesionales de los servicios de salud (PSS) se informan y actualizan a través de los migrantes, de los procesos de atención y de los recursos en salud utilizados en EEUU. También pudo conocerse que algunas empresas norteamericanas, así como los migrantes, ejercían una demanda sobre los PSS para que se desplazaran a EEUU a atenderlos. Enfermeras y médicos de localidades de origen viajan por temporadas o migran permanentemente para atender a los migrantes.

El Dr. González señaló que, con base en la información recabada, el estudio señala a la población migrante como una población ideal para ser considerada en el diseño de  estrategias trasnacionales de atención a la salud mental mediante e-Health, dado que migrantes de distintos circuitos migratorios realizan una utilización trasnacional de servicios de salud del país de origen. En el caso de la población migrante mexicana que se estima en más de 12 millones (5 millones sin documentos y 4 millones sin cobertura de salud), las TIC están en consonancia con su cotidianeidad y con el hecho de que existen diversos obstáculos para que puedan acceder a los servicios de salud en EEUU, tales como falta de seguros médicos, costo, idioma, miedo y falta de competencias culturales.

Para concluir, el Dr. Tonatiuh González Vázquez señaló que si bien existe una excelente iniciativa de servicio de salud consular, las Ventanillas de Salud conocidas como VDS, desafortunadamente 30% de los estados de EEUU no tienen consulado ni VDS. Y, finalmente, reconoció el trabajo de estudiantes del INSP que están haciendo pequeñas iniciativas de promoción de la Salud Mental mediante e-Health.

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Por: Redacción ESPM