Es importante socializar el conocimiento para combatir el cáncer de mama

En el marco del mes rosa, el jueves 19 de octubre de 2023 se llevó a cabo en el Instituto Nacional de Salud Pública, con la colaboración de la Escuela de Salud Pública de México, el seminario “Sensibilización e importancia del Cáncer de Mama”, en donde se expuso, desde diversos puntos de vista, la problemática del cáncer de mama y su impacto tanto en la sociedades mexicana como a nivel global.

El  cáncer de mama es un problema prioritario de salud pública a nivel mundial debido a que cada hora se diagnostica con este tipo de cáncer a 250 mujeres en el mundo. En los últimos años su incidencia ha ido en aumento y a partir del año 2020 se convirtió en la neoplasia con más casos diagnosticados anualmente –con 2.3 millones de casos–, superando al cáncer de pulmón. Tratándose de una enfermedad multifactorial, la investigación sobre los factores de riesgo ha ido incrementándose también en los últimos años, por lo que resulta muy importante sumar esfuerzos para su difusión.

La introducción al seminario “Sensibilización e importancia del Cáncer de Mama” la hizo la Dra. Felicia Marie Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados de las Américas y de Asuntos Hemisféricos y Globales de la Universidad de Miami, subrayando que este tipo de cáncer lo padecerá 1 de cada 8 mujeres en el mundo; y que si no hay detección temprana y un tratamiento adecuado, implica la pérdida de un miembro clave de la familia, con las enormes implicaciones emocionales, funcionales, económicas –y de otra índole– para las familias que la padecen. La Dra. Knaul mencionó que en los Estados Unidos se ha podido salvar la vida a 460 mil mujeres anualmente gracias a las estrategias implementadas de concienciación, detección temprana y acceso a mejores tratamientos. También, hizo énfasis en que detectar y no tener acceso a tratamiento no equivale a sobrevida y que “si para 2030 seguimos como estamos en México, habrá 12 mil muertes más por esta causa; 11 mil, si logramos mitigar un poco la enfermedad; y menos de 7 mil, si logramos aprovechar la tendencia de Canadá y EUA”. Así, señaló que lo que hay que hacer es enfocarnos en la prevención primaria a nivel poblacional, dado que “el cáncer de mama es un trazador de lo que hay que hacer en el sistema de salud con las enfermedades complejas crónicas”.

Por otro lado, la Dra. Knaul señaló que la ruta de seguimiento de esta enfermedad debe ser la prevención, detección temprana, mejor diagnóstico con calidad de tiempo, acceso a importantes tratamientos que hoy existen para salvar la vida y, a partir de ahí, atender el tema de la sobrevida mediante cuidados paliativos y control del dolor, aspectos en los que en México, dijo, “estamos en pañales”. Una vez diagnosticada y tratada la enfermedad hay que seguir un camino de sobrevida, pero también seguir con el diagnóstico y preocuparnos por la no reincidencia, así como ofrecer un tratamiento integral para el continuo de la enfermedad, por lo que el reto para los sistemas de salud es enorme. El reto para México –dijo– es distinto, porque hay personas sin protección financiera y sin acceso a la seguridad social, por lo que “es extremadamente importante pensar en una reforma que vuelva a ofrecer protección financiera, aunque con un programa distinto al del Seguro Popular, pero con uno que aproveche la tecnología, la telemedicina, los nuevos tratamientos, las posibilidades de accesar a las mujeres a algo mejor de lo que tenemos en este momento”.

En su turno, la Dra. Lizbeth López Carrillo, Investigadora Nacional Emérita del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), presentó la ponencia: El cáncer mamario es prevenible; misma que preparó con el “compromiso –dijo– de tomar acciones, diseminar información y diseñar qué es lo mejor que podemos hacer para que esta enfermedad se vaya mitigando”. Afirmó que morir de cáncer de mama es prevenible solo si se detecta a tiempo. Por lo cual es de vital importancia la prevención primaria, es decir, lograr evitar las causas del cáncer antes de que éste aparezca. Al respecto, señaló que en México las estrategias se han enfocado a la prevención secundaria, esto es, al diagnóstico temprano cuando el cáncer ya existe. Cabe mencionar que la norma mexicana actual (NOM-041_SSA2_2011) ofrece mamografía solamente cada 2 años, a partir de los 40 y hasta los 69 años. Después de los 70 años sólo ofrece la mamografía si la paciente tiene antecedente personal de cáncer mamario o si existe alguna indicación médica. Esta reducción en la cobertura –afirmó la Dra. López Carrillo– va a tener un reflejo en la mortalidad, pues “estamos estimando en México 29,929 mujeres diagnosticadas por año –3 cada hora–; la 3ra parte (7,931 mujeres) muere; la mayoría de los casos se detecta por auto detección (90%) –gran padre de ellos de manera tardía–; y el 15% de las mujeres menores de 40 años están siendo diagnosticadas con cáncer mamario. Cada vez gente más joven –de 18 a 20 años, y de 30 a 35– tiene pre-diagnósticos de cáncer de mama.

La investigadora del INSP señaló también que otro importante impacto que no aún no está determinado en cifras, es el de las familias que se disuelven a causa de este padecimiento, el impacto económico, familiar y emocional que va más allá de la persona con cáncer y afecta la esfera familiar y social.  También recordó que aunque se sabe poco de este cáncer en hombres, el 1% de la incidencia se da en este grupo poblacional.

El cáncer de mama es una enfermedad multi-causal, donde solo el 5% de las causas son hereditarias por susceptibilidad genética; mientras que el 95% son decisiones en nuestra vida diaria, tales como el estilo de vida y ocupación, hábitos dietéticos, consumo de alcohol y tabaco, inactividad, contaminantes ambientales, factores reproductivos y hormonales. En este punto vale la pena subrayar que si bien la importancia de la lactancia se ha promovido desde el enfoque de la salid del o la bebé, no se promueve tanto desde el punto de vista de la salud de la madre –según datos científicos la protección que da la lactancia contra el cáncer de mama es muy fuerte. No obstante esta protección, 7 de cada 10 mujeres que tuvieron muchos hijos y lactaron, desarrollan cáncer de pecho asociado a otros múltiples factores–.

Por otro lado, actualmente se tiene información nueva sobre la relación del cáncer de mama con la parte ambiental y dietética. Sabemos que hay un riesgo de cáncer de mama vinculado a la contaminación con arsénico, el cual es un carcinógeno tipificado como  tipo 1 –máximo grado de peligrosidad que se le otorga a una sustancia– y se encuentra en forma natural en el agua de consumo. Para mitigar los efectos de este contaminante en nuestro cuerpo, la Dr. Lizbeth López señaló que es importante consumir vegetales verdes oscuros (como acelga o  espinaca) para que sea más fácil deshecharlo a través de la orina.

Asimismo –dijo– estamos en contacto cotidiano con otros metales contaminantes, como por ejemplo el Aluminio, presente en desodorantes, cosméticos, medicamentos, latas de alimentos y bebidas; el Cadmio, presente en cigarros y pilas; el Niquel, presente en pinturas y pilas; el plomo, presente –por ejemplo– en la loza vidriada; y el Cobalto, por mencionar algunos de los metales a los que de forma rutinaria nos exponemos.

También está la exposición a Ftalatos y al PVC, presentes en plastificantes sintéticos, para los cuales no tenemos reglamentación en México y –de acuerdo con lo expuesto por la Dra. López Carrillo– urge normar. Al consumir plásticos también nos exponemos constantemente a Biftenol A, otro de los disruptores que interfieren en la actividad hormonal. La recomendación es no calentar ni almacenar la comida en recipientes de plástico y evitar o reducir lo más posible el consumo de latas y envases y botellas plástico.

Como medida de prevención primaria, la Dra. Lizbeth López también hizo énfasis en la importancia de modificar los patrones de alimentación, debido a la evidencia que señala a los patrones de dieta no saludable como factor de propensión al cáncer de mama. De este modo señaló al consumo de alcohol elevado como el factor de estilo de vida más importante, seguido del alto consumo de grasa animal. La recomendación hecha por la investigadora del INSP fue  modificar patrones alimentarios, incrementando el consumo de frutas, verduras y leguminosas. Asimismo, recomendó disminuir el consumo de carnes rojas, azúcares y frituras, y evitar o disminuir el consumo de alcohol. De igual manera, recomendó cuidar el peso corporal y adoptar una rutina de actividad física de cuando menos 30 minutos al día.

En su participación, la Dra. Lorena Castillo Castillo, directora del Instituto de la Mujer de Cuernavaca (IMC), expuso el tema: “Resiliencia activa: factor protector para cáncer de mama en mujeres usuarias del IMC”, relatando que en el trabajo que ese instituto realiza con la comunidad se han encontrado importantes barreras culturales y sociales que siguen obstaculizando el combate contra el cáncer de mama.

La directora del IMC hizo saber que se si bien el término de resiliencia está referido a adaptarse y transformar los espacios y las condiciones adversas donde se encuentran las mujeres, en el Instituto de la Mujer de Cuernavaca se acuñó el término de “resiliencia activa”, para referirse a las acciones que desde la sociedad civil se proponen de autodeterminación inmediata y “se deben –dijo– realizar ya, sin quitarle la obligación a las instituciones que trabajan para y por las mujeres, en una ruta de ruptura de silencio, autodeterminación y redes de apoyo”.

Recordando que Cuernavaca tiene alerta de violencia de género, la Dra. Castillo relató que se hizo un diagnóstico en los 8 nodos donde se había detectado mayor índice de violencia, y que las necesidades encontradas fueron prioritariamente las de seguridad, economía y salud. También señaló que la declaratoria de alerta de violencia de género no habla de salud y que tampoco en la ley de acceso a una vida libre de violencia se habla de salud de manera clara.

La directora del IMC también hizo saber que en las mujeres de pueblos originarios, así como en aquellas que se ubican como población flotante, que de manera emergente llega a este municipio desplazadas por violencia que hay en sus estados o lugares de origen, se observa resistencia y desinterés por el tema de la salud. Así, dijo, se vio la necesidad de visibilizar la importancia del acceso a la salud, y hacerlo en apego a la empatía, la responsabilidad y la autodeterminación, mediante factores de protección, nutrición, salud mental y activación física; considerando aspectos como la interseccionalidad (mirar las diferencias entre unas y otras) y las características propias de los pueblos originarios. La Dra. Castillo señaló que se agregó el tema de salud para que quede en un reglamento, a fin de “considerarlo como una acción prioritaria y regulada”.

Para este seminario, la Dra. Nenetzen Saavedra Lara, Subdirectora de Desarrollo y Extensión Académica de la ESPM, expuso el tema “Divulgación de la ciencia para la prevención de cáncer de mama”, explicando que la divulgación consiste en un proceso de comunicación para convertir en accesible el conocimiento científico a fin de que los ciudadanos puedan tomar decisiones más informadas; y que divulgar es hacer público, empleando un lenguaje común, lo que la o el científico ha investigado, mientras que la difusión se refiere a comunicar entre pares, con un lenguaje especializado.

La Dra. Saavedra Lara explicó que la divulgación científica pretende retribuir a la sociedad con información confiable y útil, recursos didácticos y materiales útiles, para mejorar su calidad de vida. Y comentó que el ejercicio de divulgar la ciencia es indispensable para que los hallazgos científicos se socializasen y beneficien a quienes los necesitan. A razón de lo anterior, enunció que las actividades de divulgación deben ser planificadas, coordinadas y ejecutadas de manera estratégica, involucrando a quienes se desempeñan tanto en el ámbito de la ciencia como al de la academia.

La Subdirectora de Desarrollo y Extensión Académica de la ESPM mostró ejemplos de clips de video que formaron parte de la campaña “Más conciencia menos cáncer”, la cual obtuvo el Reconocimiento al Mérito Estatal de Investigación 2022, en el rubro de divulgación, debido al impacto que tuvo en la población, señalando que las instancias apuestan a que cada vez se hagan más campañas de ese tipo, dado que la educación, la concienciación y la promoción de prácticas saludables son clave para abordad esta enfermedad de manera efectiva; y que con información precisa y accesible, junto con promoción de estilos de vida saludables, se puede marcar una diferencia significativa en la lucha contra el cáncer de mama, donde la prevención es clave y la divulgación es una gran aliada para este fin.

Como cierre del seminario la Sra. Soledad Marchan Moreno, del Grupo Reto (para el apoyo y la detección oportuna del cáncer de mama), expuso su testimonio como sobreviviente de cáncer de mama y paciente en tratamiento de seguimiento y recuperación. Compartió un emotivo mensaje para “poder ayudar a otras mujeres”, en las etapas de prevención, proceso y post cáncer.  “Para mi –dijo– el cáncer de mama es una oportunidad de vivir mi vida de manera diferente y ser feliz”. Recomendó resiliencia y empuje a las mujeres que ya han sido diagnosticadas con este tipo de cáncer. Ello las ayudará a cambiar hábitos y tener la actitud más útil para afrontar esta situación y tomarla de manera positiva. Por otro lado, a las mujeres jóvenes que no han sido diagnosticadas les aseguró que “es mejor prevenir que curarse; es mejor observarse que estar en situaciones difíciles. No lleguen a esto”.

Por: Redacción ESPM, con el apoyo del
Mtro. Ernesto Arana Bustamante,
de la Unidad de Divulgación y Cultura de la ESPM