Importancia de la Salud y Nutrición Materna en los Primeros Mil Días

Formando parte del Ciclo de Videoconferencias ESPM 2024, el 20 de febrero la Dra. Anabelle Bonvecchio, directora de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición, en el  Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), presentó la conferencia “La importancia de la salud y nutrición materna para los mil primeros días”. 

La investigadora del CINyS comenzó su conferencia desatacando la importancia de una alimentación adecuada durante los 1000 días, para la promoción de la salud, el desarrollo y crecimiento óptimo de niñas y niños (NN). Señaló que la mayor parte del retraso observado en NN menores de 5 años, ocurre en los primeros 1000 días después de la concepción, causando morbilidad y mortalidad a corto y largo plazo. Este periodo de mil días es esencial para el desarrollo económico y académico del capital humano. Además destacó que una de las inversiones más costo efectivas ocurre precisamente en los primeros 1000 días, pues el retorno de inversión se calcula en 35 USD por cada dólar invertido en las intervenciones durante este periodo. La Dra. Bonvecchio aseguró también que la nutrición materna es un determinante clave del crecimiento fetal, el peso al nacer y de la morbilidad a corto y mediano plazo.

Asimismo, hizo saber que la baja talla de la madre y la baja ganancia de peso durante el embarazo, así como la deficiencia de micronutrimentos, pueden ocasionar nacimientos de bebés muy pequeños (menor al 10 th percentil) y ocasionan el 22% de muertes neonatales y nacimientos prematuros o pretérmino. A su vez, el sobrepeso y la obesidad durante el embrazo están relacionados con mayor riesgo de complicaciones en el embarazo, malformaciones congénitas, preeclampsia, diabetes gestacional, pérdida del embarazo e incluso muerte materna. América Latina tiene el mayor aumento de peso en embarazo, con 11.8 kg promedio, por lo que los fetos son susceptibles a sufrir de sobrepeso y obesidad desde el vientre de su madre.

Adicionalmente las deficiencia de nutrientes básicos en embarazadas (tales como yodo, hierro, folato, calcio y zinc) son muy comunes en México y ocasionan anemia, preeclamsia, hemorragias, mayor riesgo de enfermedad y muerte materna, además de que contribuyen a las alteraciones del desarrollo, malformaciones congénitas y retraso mental, hipertensión y aumento del riesgo de diabetes. Afortunadamente, ya existe una serie de intervenciones que tienen impacto y desenlaces múltiples en el embarazo y que se están promoviendo a nivel global, como es el uso de los micronutrimentos múltiples que contienen hierro y ácido fólico, los cuales disminuyen en 7% la anemia materna, en 9% el riesgo de muerte fetal, en 12% el bajo peso al nacer, en 4% el parto prematuro, además del 7% en el número de bebés nacidos pequeños para la edad gestacional y en 16% el riesgo de diarrea en niños de madres suplementadas. La evidencia del impacto de las intervenciones preconcepción apoya fuertemente el que estas intervenciones con micronutrimentos se apliquen desde esta etapa.

La directora de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del CINyS señaló que en épocas de crisis –como la guerra de Ucrania o la epidemia de COVID-19– hay una disminución del 30% de los servicios básicos en salud, así como un aumento del 5% en el costo de los alimentos. Esto incrementa en un 9% en el riesgo de emaciación (o insuficiencia de peso respecto de la talla) y aumenta de manera desproporcionada la inseguridad alimentaria, principalmente, en mujeres y niñas. Aunque, también se afecta la calidad de la dieta aumentando los riesgos de sobrepeso y obesidad.

Prevalece la mala nutrición en mujeres de la Región de las Américas

Sobre la situación alimentaria de las mujeres en la región de América Latina y el Caribe, la Dra. Bonvecchio explicó que hay prevalencia de mala nutrición, siendo que 61% padece de sobrepeso y obesidad y 30.7% de obesidad. En esta región la principal causa de anemia es ocasionada por deficiencia de hierro, con un 54%. La anemia en mujeres no embarazadas en México aumentó en un 20% entre los años 2012 al 2018. Para la ENSANUT 2022 se estimó casi un 40% de mujeres en edad reproductiva con deficiencia de hierro, 34% con bajos niveles de B12 y casi 38% con deficiencia de vitamina D.

Según datos de la ENSANUT 20-22, en México hay una prevalencia de 21.4% de anemia en mujeres embarazadas; y el 41% de las adolescentes tiene sobrepeso y obesidad. En 2021 el 76.8% de las mujeres mayores de 20 años presentó sobrepeso y obesidad, y el 39% obesidad. Existe también prevalencia de diabetes e hipertensión arterial y 1 de 4 mujeres no lo sabía hasta el momento de la encuesta.

Otro problema importante reportado en la región de América Latina es el embarazo adolescente, con una tasa de 60.3 por cada 1000 adolescentes en México. Casi 18% de los nacimientos corresponden a madres de menos de 20 años de edad. Sobre la atención prenatal y suplementación durante el embarazo y postparto, por medio de la ENSANUT 2022 se encontró un 63% de control prenatal oportuno, 82.8% de control prenatal adecuado, 73.8% de suplementación con hierro, 79.5% con hierro y vitaminas y 90.2% con ácido fólico.

Acerca de la mala nutrición en niños y niñas menores de 5 años, la investigadora del CINyS comentó que desde el año 2012 no se ha logrado impactar en la baja talla y, por el contrario, se observa un aumento en los casos; en este grupo poblacional NN menores de 5 años también hay problemas de sobrepeso y obesidad con un 8%. Por su parte, las jurisdicciones estatales de salud han reportado desnutrición aguda en el país.

Si bien las prácticas de lactancia materna han mejorado en nuestro país, el índice de México del 28.3% está muy por debajo del 38% de América Latina y el Caribe, o de la cifra global del 44%; y muy lejos de la meta 2025, del 50%; o de la meta 2030, del 70%.

Otro problema serio en México es el que se refiere a la consulta del niño sano, pues solo el 18% tiene las  8 consultas sugeridas para el primer año de vida.

Retos por superar para fomentar mejoras

La Dra. Bonvecchio apuntó que el gasto público en primera infancia representa solamente el 7% del PIB y apenas el 2.5% del porcentaje del gasto público global, y que aumentar los fondos para intervenciones en nutrición en $100 millones de dólares extra por año podría, para el año 2030, reducir la desnutrición a niveles previos a la pandemia.

Como principales retos para la atención de la salud y nutrición de los primeros mil días en México, la directora de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición del CINyS señaló que faltan programas con amplia cobertura y a escala nacional para los primeros 1000 días, que la asignación presupuestaria es limitada y que el personal de salud es insuficiente y sin formación en el tema. Hay insuficiente demanda de servicios de salud –en especial consulta prenatal y del niño sano–, falta de recursos humanos y materiales para extender la cobertura de los servicios de salud hacia las comunidades y bajas coberturas de vacunación.

También señaló como retos importantes: promover, proteger y apoyar la lactancia materna y modificar el marco normativo para garantizar el cumplimiento del código; atender la falta de etiquetado de advertencia claro para fórmulas y alimentos infantiles, regular el marketing digital y establecer y aplicar sanciones efectivas.

Como recomendaciones basadas en evidencia, la Dra. Bonvecchio citó la ruta integral de atenciones para la primera infancia, hecha en colaboración con la comisión para la primera infancia de SIPINNA y la Organización Panamericana de la Salud. Lo principal –dijo– es:

  • interrumpir el ciclo intergeneracional de la mala nutrición abordando el problema como un continuum con intervenciones que aseguren el bienestar de las mujeres adolescentes antes y durante el embarazo, mujeres lactantes y sus bebes;
  • fortalecer el compromiso de los sistemas de salud, especialmente hacia las adolescentes y mujeres embarazadas;
  • implementar programas de protección social para garantizar la cobertura de todas las mujeres embarazadas;
  • implementar servicios de salud y nutrición con cobertura nacional y de alta calidad;
  • garantizar el acceso a servicios de salud y nutrición, extender servicios a comunidades de difícil acceso, suplementar con micronutrientes múltiples, ofrecer orientación nutricional, fortalecer la detección temprana y el tratamiento de la desnutrición aguda, diseñar sistemas robustos de monitoreo rápido y respuesta para atender cambios en la utilización de los servicios y prevalencia de desnutrición durante las emergencias, contar con protocolos a la salud y nutrición actualizados.

Finalmente, la Dra. Bonvecchio recomendó intensificar los programas y servicios para proteger, promover y apoyar la lactancia materna mediante consejería adecuada, capacitar continuamente al personal de salud, prohibir publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigidas a NN e implementar sistemas de monitoreo y sanciones. Garantizar la cobertura de vacunación, fortalecer los entornos saludables y abordar la nutrición de las mujeres como un continuum desde la pre-concepción y durante el embarazo.

Para conocer más a detalle la información expuesta por la Dra. Dra. Anabelle Bonvecchio en esta videoconferencia, consulta la grabación: