Identificación de barreras para la generación de propuestas de mejora en la implementación de guías de práctica clínica en México

Con la intención de acercar la medicina basada en evidencia (MBE) al personal médico para reducir la brecha entre el conocimiento científico y la toma de decisiones clínicas, a inicios del siglo XXI se impulsó en nuestro país la producción de Guías de Práctica Clínica (GPC) con la creación del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec), el cual, entre otras atribuciones, contempla la difusión y promoción del uso apropiado de las GPC en el Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, el apego del personal de salud a las recomendaciones emitidas para el conocimiento y utilización de estas herramientas es limitado. 

Debido a lo anterior, Cynthya Maya Hernández, Sergio Flores Hernández, José de Jesús Vértiz Ramírez, María Guadalupe Ruelas González, Ofelia Poblano Verástegui y Pedro Jesús Saturno-Hernández, investigadores del Centro de Investigación en Evaluación y Encuestas del Instituto Nacional de Salud Pública se dieron a la tarea de realizar el estudio “Barreras y facilitadores en la implementación de guías de práctica clínica en México: perspectiva del personal de salud”, con el objetivo de identificar las barreras, los facilitadores y las propuestas de mejora en la implementación de GPC desde la perspectiva de los profesionales de la salud. 

Específicamente este estudio describe cómo ha sido la implementación de GPC para la atención materno-infantil y de enfermedades crónicas no transmisibles en centros de salud de primer nivel y hospitales generales de segundo nivel, ubicados en siete estados de la república mexicana; realizándose 85 entrevistas semiestructuradas, entre junio y septiembre de 2016, a responsables de implementación, difusión y aplicación, así como a personal operativo, para analizara través de estas las características de la implementación de la GPC, las condiciones para la utilización de las mismas y la percepción de ventajas y desventajas de las guías de práctica clínica.

Como resultado, el presente estudio identificó entre las principales barreras para la implementación adecuada de las GPC, la desactualización de estas herramientas ante la rápida evolución del conocimiento médico; la imposibilidad de implementarlas a razón de la sobrecarga de trabajo del personal y de los recursos limitados de los hospitales y centros de salud estudiados; la baja alineación de las GPC con las NOM; y la discrepancia entre guías que  evidencia la falta de criterios estandarizados para su elaboración y la necesidad de que se considere para su desarrollo la participación activa del personal en contacto con pacientes, tomando en cuenta a quién van dirigidas, el tipo de unidad médica en el que se utilizarían y los recursos disponibles para su implementación. Asimismo, se hizo notar que la evaluación de la utilización de las GPC es inexistente.

Parte importante del presente estudio fue el hecho de ofrecer propuestas de mejora en la implementación de GPC, ante lo cual propone crear estrategias integradas y contextualizadas que resulten ser más efectivas y eficientes para la implementación exitosa de estas guías. Considerando, por ejemplo, los factores cognitivo-sociales y los supuestos de las teorías del cambio de comportamiento, en el diseño de las GPC y en su estrategia de implementación. De igual manera, se sugiere incluir la opinión de los profesionales de la salud en el diseño de estrategias específicas para las unidades donde se implementarán las GPC. Así también se hace hincapié en evaluar la implementación de las guías para poder medir el efecto en conocimientos y conductas de los profesionales que las adoptan.

Estudios como este facilitan a los profesionales de la salud y salubristas en formación el acceso a conocimiento que más adelante favorecerá la generación de nuevas estrategias y dinámicas para mejorar los procesos de elaboración e implementación de las guías de práctica clínica.

Por: Redacción ESPM