El director general del INSP, el director del CISP y la representante de la ESPM impartieron el curso de inducción a nuestros estudiantes de nuevo ingreso

El lunes 22 de agosto del presente año el Dr. Eduardo Lazcano Ponce, director general del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) dio la bienvenida a los alumnos de nuevo ingreso a la Escuela de Salud Pública de México (ESPM), mediante el Curso de Inducción 2022, recalcando la trascendencia que este hecho tiene para la comunidad académica y reconociéndole a los estudiantes el haber elegido como parte de su proyecto de vida una de las áreas “más fascinantes de las disciplinas científicas”, la salud pública.

El Dr. Lazcano Ponce recordó que a lo largo de su larga trayectoria la ESPM ha brindado un grado académico de posgrado en Salud Pública a más de 18,000 profesionales; y en estos cien años se ha ido posicionando como una de las instituciones más reconocidas, tanto por la calidad de sus programas académicos en el área de posgrado como por la relevancia de sus investigaciones para impulsar acciones y políticas de salud con prácticas de relevancia social y comunitaria.

El director general del INSP señaló que se debe “celebrar la congruencia académica con la que se ha manejado la escuela en su diversas etapas”, pues si bien los métodos de enseñanza han ido evolucionando, sus objetivos de enseñanza han permanecido inalterables. También refirió a la búsqueda de equilibrio entre la formación científica y humanística, como uno de los mayores desafíos que la escuela ha enfrentado con el tiempo, razón por la que la inculcación de valores se ha constituido como una tarea fundamental en la relación entre profesores y estudiantes.

Actualmente, 24 programas académicos de la ESPM están incluidos en el padrón de excelencia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, CONACyT, y el Consejo de Educación para la Salud Pública de los Estados Unidos de América acreditó al INSP por tercera ocasión y hasta julio de 2027, por cumplir con los estándares de calidad de sus programas académicos, validando a la ESPM en la esfera internacional, como una institución que ofrece a sus estudiantes una educación completa en las cinco áreas básicas de la salud pública (epidemiología, bioestadística, salud ambiental, ciencias sociales y del comportamiento y administración de servicios de salud).

El Dr. Lazcano Ponce también hizo saber que la implementación de una reforma del modelo educativo de la ESPM “se encuentra en desarrollo” y constituye “la principal prioridad institucional” y “la principal meta institucional a corto y mediano plazo”, a fin de seguir siendo una escuela líder regional en la enseñanza e investigación en salud pública y lograr posicionarse como la mejor escuela de salud pública de Iberoamérica, lo cual –indicó el Dr. Lazcano– solo puede ser logrado “con una visión a futuro y de vanguardia, considerando la necesidad de entrenamiento para enfrentar los nuevos retos de salud pública emergentes en el futuro inmediato, no sólo en el contexto de México, sino a nivel global”. También aseguró que con ese fin se van a privilegiar actividades de tutoría y la incorporación temprana de los estudiantes en grupos de investigación y docencia para que “aprendan la salud pública como un oficio, esto es, aprender haciendo”.

La premisa del modelo educativo de la ESPM pone al estudiante en el centro de la atención y lo considera su elemento protagónico, “nuestro empeño –indicó el director general del INSP– es lograr que el estudiante de posgrado sea el eslabón institucional de la práctica de la docencia e investigación y que su experiencia formativa les permita asumir su compromiso social con la comunidad”. Por ello, invitó a los nuevos estudiantes a asumir “un compromiso generacional y un renovado sentido de pertenencia colectivo, por lo que deben –indicó– tener una identificación con los objetivos y metas institucionales”. Asimismo, mencionó que desde la dirección general se está promoviendo la igualdad y la equidad de género y asumió como un compromiso el incorporar “no solo los principios éticos sino las estrategias que compensen la desigualdad que han sufrido históricamente las mujeres”. El Dr. Lazcano hizo saber que para ello, se está firmando un convenio de colaboración el Instituto Nacional de las Mujeres.

Uno de los valores que se deben preservar es el de la inclusión, “todos –recalcó el Dr. Eduardo Lazcano– debemos de comprometernos a promover el respeto a la pluralidad y a la multiculturalidad entre todos los miembros de la institución”. Exhortó por ello a garantizar la tolerancia y el respeto por todas las posturas académicas, las opiniones, las ideas o actitudes de todos los miembros de la comunidad, “aunque no coincidan con las propias”. También invitó a preservar la autonomía y la independencia académica, reconociendo que el INSP es el resultado del éxito de estar vinculado a la Secretaría de Salud, puesto que dicha vinculación representa la interacción entre las políticas públicas, la ciencia, la formación de recursos humanos en salud pública y la vinculación comunitaria.

El Dr. Lazcano Ponce motivó a los estudiantes de nuevo ingreso a “vigilar” que la comunidad institucional “actúe en congruencia con los principios institucionales” y con un compromiso ético que responda al interés público, a fin de constituirse como los nuevos líderes de la salud pública participando del relevo generacional de la práctica y la investigación. Finalmente, mencionó que él es el primer egresado de la ESPM que tiene hoy la responsabilidad de dirigir al INSP y agradeció a la comunidad  institucional su empeño por garantizar la excelencia de los programas académicos.

Introducción a la salud pública y sus retos más urgentes e inmediatos

A continuación, el Dr. Tonatiuh Barrientos Gutiérrez, director del Centro de Investigación en Salud Poblacional (CISP) del INSP, después de dar la bienvenida a los estudiantes de nuevo ingreso deseándoles una “estancia muy fructífera” y señalando que su talento, entusiasmo e ideas son algo “bueno para la institución”,  impartió la conferencia magistral intitulada “Introducción a la salud pública”, abordando el significado de la salud pública y sus retos más urgentes e inmediatos.

El Dr. Barrientos recordó a los estudiantes de nuevo ingreso que forman parte de una historia más larga y  más profunda que la propia historia centenaria de la escuela y el instituto, que es –dijo–, “la búsqueda de las sociedades por mejorar la salud de su población”. Como marco introductorio, indicó que la salud pública es al mismo tiempo una ciencia, pero también un arte, en el sentido de tratar de identificar qué es lo que ocurre con las poblaciones y cuáles son los mecanismos que tienen que echarse a  andar para generar cambios positivos en la salud de la población a través de los esfuerzos colectivos y  organizados de la sociedad.

También recordó que el derecho a la salud en México es un derecho pleno y reconocido en el artículo 4to constitucional, y que la protección de la salud se alinea con la visión de la OMS de mirar a la salud de una manera extendida, permitiendo trabajar en lograr el máximo beneficio a través de la protección de la salud. Así, la Ley general de salud (art 27) establece los principios para trabajar de manera específica mediante la educación para la salud, el saneamiento básico, el mejoramiento de condiciones sanitarias, la prevención y el control de las enfermedades transmisibles, no transmisibles y accidentes y en un tercer lugar la atención médica.  Por ello, dijo el Dr. Barrientos, “tenemos una responsabilidad mucho mayor para mejorar la salud” pues el derecho a la salud, no es constitucional en otros países.

La salud pública no es solamente atención médica, sino que se trata de “pensar y actuar estratégicamente” para “crear sistemas que aseguren un futuro mejor y más justo”. Por ello–afirmó el Dr. Barrientos– los sistemas de salud y la salud pública deben centrar sus acciones en la promoción de la salud, la medición del estado de salud de las poblaciones, la vigilancia epidemiológica, la prevención de enfermedades y lesiones, la protección ante riesgos y amenazas y responder ante desastres, entre otras acciones que se han visto acrecentadas en los nuevos desafíos y escenarios de la salud poblacional.

Mediante la herramienta de visualización de métricas de salud, el Dr. Barrientos Gutiérrez mostró la manera en que se distribuyen las causas de mortalidad en México hasta 2019, donde las enfermedades crónicas dominan el panorama, pues los tres principales factores de riesgo que son los niveles elevados de glucosa en plasma, presión arterial elevada e índice de masa corporal elevado, no se han modificado desde 1990, por lo que “hacia allá estaría hoy el principal reto de la salud pública en México,” pues esa proporción de carga de enfermedad y mortalidad es prevenible “al menos desde el punto de vista teórico, porque se conocen cuáles son las causas tras la incidencia de esas enfermedades,  gracias al acumulado de evidencia científica que tenemos”.

El director del CISP señaló que además de la carga de mortalidad por Covid-19 hay también una enorme carga de violencia y lesiones por arma de fuego que se ha incrementado muy rápidamente. Asimismo el consumo de alcohol, que estaba en 7º lugar ahora ocupa el 6º. Las causas metabólicas como los problemas renales y el colesterol han ido también a la alza. Por otra parte, hay una nueva participación de factores como la temperatura y el cambio climático que representan hoy retos sin precedentes.

El Dr. Barrientos afirmó que existe un panorama complicado, de grandes riesgos, que requieren mucha capacidad para acercar grupos hacia los mismos objetivos de manera efectiva. En su opinión, la salud pública requiere de una visión “mucho más compleja” y que trascienda la visión individualizada que considera a los problemas de salud como problemas individuales colocando la responsabilidad del padecimiento en cada una de las personas. Por tal motivo, exhortó a pensar a la salud y a la salud pública, desde una visión estructural, de entender que la mayoría los problemas  de salud son poblacionales, a tratar de identificar qué factores influyen para que en toda una población se encuentre obesidad, diabetes, consumo de alcohol, embarazo adolescente, accidentes o tuberculosis. El contexto establece un marco de posibilidades a las decisiones, que está por encima de la capacidad de las personas para poder decidir, pues existen condiciones complejas que implican las enormes desigualdades que se experimentan cotidianamente a partir de una sociedad con una estratificación social tan desigual como la nuestra. “Las personas que pueden sobreponerse a sus condiciones individuales, son más una excepción que la regla, va quedando más claro que las consecuencias en salud no corren de manera aislada y son resultado de la estructura,  el contexto y las normas que están afectando a toda la población” afirmó el director del CISP. De ahí que pensar a la salud pública en forma estructural abre una enorme cantidad de probabilidades acerca de los diferentes aspectos y sectores en los que se puede intervenir, tales como los mecanismos económicos, legales, de regulación, inversión, participación, multiplicando así, exponencialmente, las posibilidades de mejorar las condiciones de salud de la población. 

Siguiendo el esquema de la Pirámide de impacto en salud de Friedman, el Dr. Barrientos invitó a los estudiantes de primer ingreso a pensar a la salud pública desde esa perspectiva, a fin de considerar la utilización de ambas estrategias (de mayor esfuerzo individual y bajo impacto poblacional y de poco esfuerzo individual y mayor impacto poblacional) de manera coordinada para lograr un alto impacto poblacional, buscando generar un efecto dominó mediante políticas de planeación e inversión (a nivel federal, regional, municipal, normatividad, presupuesto) para generar cambios en el contexto en que las personas están viviendo (accesibilidad, disponibilidad, costo, información, educación, equidad). Y, así, con esos cambios, tener una influencia sobre el comportamiento individual que termine generando el impacto amplio que pueda modificar el perfil epidemiológico.  Pero, para poder llegar allí, se necesita comenzar a avanzar en ampliar la visión de la salud individual hacia la salud poblacional y pensar a las poblaciones como unidades de análisis, se necesita –dijo– “impulsar un enfoque preventivo y estructural mucho más amplio y mucho más potente”. Trabajar de manera multisectorial en rectoría y gobernanza, pues salud debe formar parte en todas las políticas. El Dr. Barrientos afirmó que se debe avanzar hacia la universalización de los servicios, e hizo énfasis en la necesidad de contar con financiamiento suficiente, amplio y progresivo. Asimismo, afirmó que se necesitan más y mejores recursos humanos, y una construcción más participativa de sus capacidades, viendo a la salud pública como un oficio y no solamente como una disciplina.

Sobre el tema de investigación, el Dr. Barrientos señaló la necesidad de priorizarla en salud y salud pública trabajando en “mostrar, explicar y demostrar que la investigación aplicada, operativa y básica, son absolutamente fundamentales para el futuro del país”. Señaló como un problema importante el hecho de lograr visibilizar el impacto de la salud pública, pues su éxito, afirmó, es invisible. La salud pública tiene un enorme impacto que no puede pasar desapercibido, “hacemos una diferencia enorme en la vida de millones de personas”.

Sobre la Covid-19, el Dr. Barrientos dijo que “debe dejarnos gran aprendizaje”, como la necesidad de una mayor participación de todos los sectores en la manera en que se desarrolla el sistema de salud; el hecho de que la salud pública no puede ser un tema de tiempos de crisis sino una discusión permanente; la necesidad de discutir también la dirección de las políticas en salud como un ejercicio democrático donde todas la personas puedan opinar; y el hecho de que la salud debe prevalecer sobre todos los otros intereses.

Para finalizar su conferencia, el Dr. Barrientos mencionó algunos importantes éxitos como el de los beneficios de la vacunación, el trabajo que permitió la eliminación del plomo de las gasolinas, los avances en la atención materno infantil, el trabajo que hacen los grupos de investigación sobre los efectos de la contaminación y la formulación de estrategias para enfrentarla, el trabajo del grupo de enfermedades transmitidas por vector del Centro de Investigación sobre Enfermedades infeccionsas (CISEI), el trabajo sobre enfermedades metabólicas, el trabajo de muchos años sobre Tabaco que derivó en la ley general para el control del tabaco, los esfuerzos que realizan los grupos del Centro de Investigación en sistemas de Salud (CISS) para mejorar el nivel de salud de la población migrante, así como el  importante logro legislativo de mayores advertencias frontales que permiten identificar productos saludables y no saludables.

Capacidad de aprendizaje en estudios de posgrado

La siguiente intervención estuvo a cargo de la Dra. Minerva Nava Anaya, representante de la ESPM, quién impartió la charla “La capacidad de aprendizaje en estudios de posgrado”.

Al dar la bienvenida a la nueva generación, la Dr. Nava dijo a los estudiantes que representan “el sentido del quehacer institucional de todos nosotros y representan además esta especie de oxígeno que da vida a la comunidad académica”. También, les recordó que ingresan a una institución que a lo largo de los años ha sido reconocida por la calidad de sus profesionales, la relevancia de sus investigaciones para impulsar acciones y prácticas de salud; y por su compromiso con la promoción de prácticas de relevancia social y comunitaria.

En lo relativo a los principios pedagógicos de la ESPM, la Dra. Nava Anaya refirió que entre sus principales sustentos se tiene el enfoque constructivista, donde el aprendizaje se construye con la participación del que aprende, y resulta más exitoso cuando los estudiantes pueden autorregular y organizar sus actividades, autoevaluarse y pueden tener constancia, dedicación y autonomía. Asimismo, refirió que la formación de los profesionales de la salud en la ESPM se da mediante actividades claramente intencionadas, contextualizadas y graduales que propician una actividad mental constructiva pues exigen la mayor participación de los estudiantes para garantizar que los conocimientos se estén construyendo.

La Dra. Nava aseguró que lo esencial radica en saber cómo acceder al conocimiento, cómo construirlo, cómo gestionarlo y cómo aplicarlo. También afirmó que el compromiso en la ESPM es el de generar las condiciones necesarias para dar un adecuado acompañamiento al proceso formativo de los estudiantes, esperando su disposición como protagonistas de su propio proceso de aprendizaje para innovar, emprender y poner en juego su pensamiento creativo y científico durante el desarrollo de sus prácticas y proyectos educativos.

De igual manera, indicó que se debe dar un nuevo sentido a los espacios educativos pues “no deben estar aislados de una comunidad o una sociedad, ni de lo que en ellas sucede de manera cotidiana”. También afirmó que existe un gran potencial en el estudio colegiado ya que se aprende más y mejor de las interacciones y de la cooperación social, si en esas interacciones se generan ambientes favorables para el aprendizaje.

La Dra. Nava invitó a los estudiantes a buscar sentido y hacer preguntas acerca de los que les interesa e importa; a encontrar formas de relacionar la nueva información y las prácticas con las interrogantes, propósitos, ideas sobre lo que más los apasiona, “cuestionar las evidencias, ir más allá de lo obvio, ver el lado oculto de las situaciones, pensar diferente al menos por un tiempo y aprovechar todas las oportunidades que inciten a la reflexión”. Y señaló la importancia de que los estudiantes de posgrado desarrollen habilidades y alertas de pensamiento que pueden potencializar sus capacidades, a través del trabajo con disposiciones de pensamiento como la indagación, la curiosidad, el juego de ideas y el análisis de temas complejos.

Para poder desarrollar una cultura de pensamiento –aseguró la Dra. Nava– se debe dedicar tiempo curricular para pensar y resolver problemas o situaciones retadoras, desarrollar diferentes proceso cognitivos e implicarse en distintas tareas. También recomendó compartir ideas, intercambiar puntos de vista, aprender a discutir, aprender a negociar y respetar las ideas de los otros por más diversas que éstas sean. “La reflexión debe ser una parte explícita de los diarios de un proyecto. A lo largo del mismo, los estudiantes y el docente deben reflexionar sobre lo que está aprendiéndose, cómo se está haciendo y por qué”.

Para concluir su plática, la Dra. Minerva Nava afirmó que el cambio más complejo, aunque se perciba como simple, es el cambio en la forma de pensar la realidad educativa pues esas visiones modelan el actuar de los integrantes de una comunidad educativa y de sus constantes interacciones en la práctica académica.

Una Asociación de Estudiantes cercana a su comunidad

La siguiente intervención fue del alumno Jürgen Adam Sánchez, presidente de la Asociación de Estudiantes de la ESPM, quien reflexionó sobre las juventudes, expresando que las identifican no sólo factores como la edad, sino su aporte a los paradigmas existentes sobre nuevas formas de pensar que incluso pueden romper dichos paradigmas, y refirió que, en parte, esas reflexiones explican el por qué existe una asociación de estudiantes en la ESPM.

Jürgen Adam compartió con el alumnado de nuevo ingreso información relativa a las actividades que se están llevando a cabo impulsadas, desarrolladas y gestionadas por la asociación.

Como razón de su origen, Jürgen Adam señaló la necesidad de agremiar a los diferentes estudiantes de posgrado de las tres sedes. Presentó el organigrama de la asociación e invitó a los estudiantes a sumarse a las diversas actividades que promueven las distintas coordinaciones de cultura (eventos, festivales, visitas), deportes (torneos, activaciones y conformación de equipos deportivos), vinculación externa (estancias de trabajo, oportunidades laborales y de investigación), actividades académicas (simposios, conversatorios, congresos), coordinación de equidad, género y derechos humanos (tertulias con temas de interés sobre equidad, género y derechos humanos, cursos de nuevas masculinidades, género y violencia y protocolo sobre acoso), coordinación de comunicación social (avisos, eventos, generación de contenidos y manejo de redes), que abonan con iniciativas y propuestas extracurriculares a la formación de los estudiantes dentro y fuera de las aulas.

A manera de cierre, el presidente de la AEESPM invitó a los alumnos de la nueva generación a estar pendientes de las próximas actividades de networking que llevarán a cabo con estudiantes de las tres sedes.

Por último, para concluir el Curso de Inducción 2022, el Lic. Carlos Eduardo Linares Reyes, jefe del Departamento de Vinculación e Intercambio Académico presentó las medidas de seguridad en el INSP que deberán observar los estudiantes durante su estancia en los distintos programas de posgrado, recomendándoles ser respetuosos, empáticos y solidarios de la diversidad cultural,  cuidar a sus amigos, buscar vivienda y transporte seguros, participar de la vida estudiantil, identificar alertas de seguridad y comportarse como los estudiantes de posgrados de excelencia académica que ahora son dentro y fuera de las instalaciones del INSP.

Por: Redacción ESPM

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