CONACYT – INSP firman convenio a favor de la investigación, formación e implementación de salud pública

El 13 de julio de 2022 se llevó a cabo la firma del Convenio Marco de Colaboración entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en el que se establecen las bases y mecanismos mediante los cuales ambas instituciones realzarán acciones conjuntas para el fortalecimiento de la investigación en la salud pública a favor del bienestar de la población. El evento contó con la presencia del Dr. Jorge Alcocer Varela, Secretario de Salud de México; el Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud; la Dra. María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Conacyt, el Dr. Eduardo César Lazcano Ponce, director general del(INSP); la Dra. Delia Aideé Orozco Hernández, directora adjunta de Desarrollo Tecnológico, Vinculación e Innovación del Conacyt; y el Mtro. Andrés Eduardo Triana Moreno, Encargado de Despacho de la Dirección Adjunta de Desarrollo Tecnológico del Conacyt.

Ciencia y academia, integradas con la cultura y sabiduría de las comunidades

En su mensaje de bienvenida, el Secretario de Salud afirmó que con la firma de este convenio de colaboración “surge una herramienta muy importante”, consistente en el diseño e implementación de una estrategia educativa orientada hacia el bienestar de la población con la finalidad de aumentar la incidencia territorial mediante la participación de comunidades de aprendizaje (mil becarios), a través de las especialidades en salud integral, comunitaria, agroecológica, de género y manejo comunitario de territorio y costero, que serán fortalecidas y acompañadas por más de 25 instituciones educativas y científicas. El Dr. Alcocer hizo saber que, con la Especialidad Nacional en Bienestar Comunitario se busca, en principio, establecer las bases y mecanismos mediante los cuales ambas instituciones, el INSP y el Conacyt, llevarán a cabo acciones conjuntas que contribuyan al fortalecimiento de la investigación en salud pública en favor del bienestar de la población, “centrándose –dijo– en la prevención de las problemáticas nacionales prioritarias de salud, desde enfoques integrales y acordes al contexto sociocultural de las comunidades”. Afirmó, además, que se pretende “plantear nuevos modelos de formación e investigación en el área de la salud pública con una visión comunitaria integral” a través de iniciativas institucionales conjuntas para “complementar, consolidar y robustecer iniciativas prioritarias de los Pronaces-Salud”, entre las que destacó el fortalecimiento del laboratorio de salud socio-ambiental y el fortalecimiento y consolidación del estudio nacional para el control y prevención de enfermedades crónicas, de agentes tóxicos y de procesos contaminantes “con el aporte sustancial del componente epidemiológico, demográfico y de sistemas de salud”.

En palabras del Secretario de Salud de México, “¡no hay duda! La investigación en salud pública requiere dar un giro. En México debe reorientarse de acuerdo a los problemas de salud que afectan fundamentalmente a las comunidades rurales”. Es necesario incrementar la investigación de los diferentes sistemas de salud que existen en el país con relación a los aspectos públicos, así como mantener los aspectos clínicos del cuidado de salud con el fin de “mejorar la interfase entre las políticas de salud y la investigación de dichos sistemas, cuyo objetivo sería lograr consolidar la atención primaria de la salud, con énfasis en los lugares más alejados del país, donde nunca se ha contado con servicios de salud medianamente adecuados”. La investigación de los sistemas de salud debe “realizarse in situ, en las instituciones hospitalarias y en los centros de salud donde suceden los graves problemas a los que se enfrentan cotidianamente las comunidades”, porque ahí los investigadores podrán “conocer y analizar los cambios que se tienen que implementar en las políticas públicas” para poder “alcanzar los objetivos y lograr una atención universal de salud humanista y de alta calidad profesional”, afirmó.

La salud pública debe incorporar para su investigación temas de salud mental, inequidades según género, determinantes sociales en cáncer, la contaminación del medio ambiente y las enfermedades consecuentes, mismas que afectan “de manera grave a poblaciones de bajos recursos en nuestro país”, así lo expuso el Dr. Jorge Alcocer, quien, por otro lado, reconoció los avances del programa interinstitucional de especialidad “Soberanías Alimentarias y Gestión de Incidencia Local Estratégica” conocido como “Pies Ágiles” el cual “ya ha iniciado la creación de verdaderos espacios de diálogo” y fomentado el encuentro entre los miembros de la sociedad de las diferentes entidades del país con el objetivo de construir planes para mejorar prácticas agroecológicas “desde los territorios y no desde los escritorios, en beneficio de la sociedad”. Como ejemplos de incidencia de ese programa en diversos proyectos específicos, el Dr. Alcocer mencionó la implementación del programa “La respuesta está en el suelo”, en Veracruz; en Puebla-Tlaxcala la defensa de la bio-culturalidad y la salud comunitaria a través de redes alimentarias, escuelas campesinas, huertos escolares y comunitarios y la implementación de prácticas agroecológicas; en Chiapas, el rescate de los suelos y la eliminación de los agro-tóxicos a través de la elaboración de bio-insumos, abonos orgánicos, lombricultura y la producción sustentable; y en Michoacán las prácticas agroecológicas para construir autonomía alimentaria, basadas en la producción de hortalizas, aprovechamiento de plantas medicinales y producción de bio-insumos.

Para concluir su intervención se pronunció por seguir trabajando en la “integración de las humanidades, la academia y la ciencia con la cultura y sabiduría de las comunidades”.

Hacer ciencia al servicio de una causa

El Dr. Hugo López-Gatell Ramírez reconoció al INSP como un instituto clave para el Sistema Nacional de Salud en el desarrollo de políticas públicas en salud pública, por lo que calificó de “estratégica” la firma del presente Convenio Marco, “no solo por sus implicaciones administrativas o jurídicas, sino por su potencial para el replanteamiento de la esfera de colaboración en el marco de la transformación del país”.

El subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud señaló que el hecho de que el INSP sea un organismo público sectorizado a la Secretaría de Salud (SS) permite visualizar la oportunidad del replanteamiento de la funcionalidad de este instituto para el trabajo que realiza la misma Secretaría. “El INSP –aseguró el funcionario– tiene una gran capacidad intelectual demostrada a lo largo de 30 años y es además el repositorio de la centenaria y benemérita Escuela de Salud Pública de México. Es la tradición de la construcción de la salud pública en el ámbito académico y en el ámbito del desarrollo profesional para el país”. Aseguró que desde la perspectiva de la Secretaría de Salud  resulta de interés estratégico mantener los históricos vínculos ya existentes de colaboración con el INSP en la asesoría científica y técnica, así como en la evaluación para el trabajo cotidiano y para el trabajo de diseño e implantación de políticas públicas.

Sobre la relación de la Secretaría de Salud y de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud con el Conacyt, el Dr. Hugo López-Gatell recordó que se ha ido construyendo conjuntamente un espacio crítico para la revisión de la estructura, el funcionamiento, la actuación y la responsabilidad del subsistema de salud pública, dentro del vasto Sistema Nacional de Salud, a partir –por un lado– de las bases ya existentes, tales como la evidencia científica, la solidez metodológica para la evaluación de los problemas nacionales de salud pública y el diseño de políticas; pero también –por otro lado– sobre bases nuevas partiendo de los principios de que la ciencia “no puede evaluarse simplemente en una neutralidad respecto a la realidad social”. La perspectiva de una “ciencia neutra” fue parte de la construcción de un modelo de ciencia preponderante en México en los últimos 30 o 35 años. Razón por la cual los grandes problemas nacionales de salud habían quedado “desdeñados, despreciados y pospuestos”. De lo que se trata es hacer una ciencia al servicio de una causa, esto interesantemente conecta con lo que el propio INSP se ha planteado ya desde hace muchos años, que es la perspectiva de hacer investigación con misión, es decir, con un propósito, y ese propósito, dada la naturaleza del campo de la salud pública,  invariablemente es un propósito social”.

En ese sentido, afirmó el subsecretario, se requieren redefiniciones que pueden llevar incluso hasta la re configuración de campos disciplinares. “Yo sé que el Dr. Lazcano, director general del INSP, ha planteado la necesidad de romper silos, de romper fronteras para tener una perspectiva integradora de la actividad científica del Instituto”. Y concluyó su mensaje asegurando que la firma de esta colaboración científica estará enmarcada “en el propósito de generar políticas públicas para el bien de todos”.

Pertinencia social y vinculación comunitaria en las acciones de enseñanza e investigación

En su intervención, el Dr. Eduardo Lazcano Ponce señaló la gran expectativa de la comunidad del INSP por la firma de este acuerdo, y calificó esta fecha como “histórica”, ya que compromete al instituto a llevar a cabo acciones conjuntas con el Conacyt y la Secretaría de Salud que contribuyan al fortalecimiento de la enseñanza e investigación en salud pública, obligándole “a fortalecer y renovar su estructura institucional para estar en mejores condiciones de constituirnos como el brazo académico de la Secretaría de Salud”. La directriz que guiará este esfuerzo será, sin duda, contribuir a garantizar el bienestar de la población, centrándonos en la prevención de las problemáticas prioritarias nacionales desde enfoques integrales y en acuerdo a las distintos contextos socioculturales de las comunidades. Asimismo, la firma de este Convenio Marco incide, fortalece y promueve el proceso de renovación organizacional que se está implementando al interior del INSP y que tiene como meta principal otorgar una mayor prioridad a la pertinencia social y la vinculación comunitaria en las acciones de enseñanza e investigación.

El director general del INSP recalcó el hecho de que el bienestar y la equidad social deberán formar parte de la renovada esencia y misión de este instituto. Señaló como prioridad asumir un liderazgo que contribuya a la transformación del personal en salud para propiciar el cambio en la atención primaria y la prevención de enfermedad, estableciendo las bases para mejorar las condiciones de la salud poblacional, contribuir al desarrollo social y económico, promover la investigación y generar las mejores prácticas de monitorización de los determinantes sociales de la salud.

La investigación comunitaria en salud pública, explicó el Dr. Eduardo Lazcano, se debe enfocar en las inequidades ambientales, sociales, estructurales y las necesidades de salud específicas, a través de la participación activa de los miembros de la comunidad, en colaboración con grupos académicos, incluidos los estudiantes de posgrado. Por esta razón, el INSP debe contar con una estructura que le permita no solo contribuir activamente a la solución de diversas necesidades de salud sino reformular su perspectiva de vinculación comunitaria, alineándola no sólo a las expectativas, necesidades y principios de las comunidades, sino también a los valores institucionales de vinculación social y de generación del conocimiento científico. Para el Dr. Lazcano, la vinculación comunitaria debe conformarse por el conjunto de actividades sistematizadas de la práctica institucional para la planeación, organización, operación y evaluación de intervenciones en el ámbito poblacional, considerando importantemente la adopción  explícita de la práctica de los principios éticos de la salud publica.

Desde la perspectiva de formación de recursos humanos, en este Convenio Marco de Colaboración se promoverán novedosos y originales modelos de formación e investigación en el área de la salud pública, desde una visión integradora y culturalmente pertinente de la salud poblacional, que permita a una nueva generación de salubristas participar en la transformación del sistema de salud con un alto compromiso, vocación preventiva social y comunitaria. En particular, señaló el Dr. Lazcano Ponce, se considerará la construcción de un nuevo perfil de profesionales comunitarios acorde con las actuales necesidades sociales y de salud, lo que implicará desarrollar y certificar un programa de Especialidad en Salud Integral Comunitaria, en colaboración con los centros públicos de investigación del Conacyt, donde deberán formarse extensionistas comunitarios enfocados en el diseño, adaptación e implementación de acciones promotoras de salud, desde una perspectiva de prevención comunitaria y atención primaria a la salud en temáticas como alimentación saludable, salud integral comunitaria y  salud socio-ambiental, entre otras.

El Dr. Lazcano afirmó que la investigación en salud pública es uno de los motores para asegurar el desarrollo, la pertinencia y relevancia del sistema de salud en México. Este nuevo modelo de enseñanza replanteará la formación de las y los investigadores en todas la áreas de la salud pública de la Escuela de Salud Pública de México, desde una visión “integradora, compleja y resolutiva de los problemas de salud, asegurando la participación de las comunidades y las poblaciones y priorizando la popularización del conocimiento”.

Para concluir su mensaje, el Dr. Eduardo Lazcano dejó saber que, en el marco de este convenio de colaboración, el Conacyt y el INSP incentivarán la implementación de nuevas iniciativas de investigación e incidencias conjuntas como la generación de un repositorio compartido de mega datos para el impulso de la ciencia abierta en México, incluidas estrategias de difusión y “popularización de la salud pública”. Asimismo, se generará de manera conjunta y coordinada con la Secretaría de Salud estrategias para la monitorización de determinantes sociales y ambientales de la salud y la creación de un observatorio de salud para los pueblos indígenas, entre otras relevantes iniciativas.

Honestidad y compromiso social

Para la Directora del Conacyt, la firma de este Convenio Marco de Colaboración representa una “virtuosa alianza por la transformación de nuestro país” y permite dar un paso más en la consolidación de una agenda común que contribuirá al fortalecimiento de la investigación en salud pública a favor del pueblo de México.

En palabras de la directora del Conacyt, la investigación en salud pública tiene ahora “la convicción y obligación moral de lograr responder a las demandas que surgen día a día en las propias comunidades”, lo que implica –dijo– un cambio sustantivo en la manera en cómo se conciben y desarrollan las investigaciones, en la formación de nuevas y nuevos investigadores, y en la implementación de nuevas políticas de ciencia y tecnología que prioricen la incidencia de los proyectos como un requisito tácito. Hizo saber además que en el Programa Nacional Estratégico de Salud se han impulsado proyectos de investigación e incidencia en áreas de alimentación y salud integral comunitaria, cáncer, ciencia de datos y salud, leucemia infantil, medicina tradicional, salud mental y adicciones, sindemias, venenos y anti-venenos, así como virología.

En cuanto al Programa de Especialidad Nacional en Salud Integral Comunitaria, Dra. Álvarez-Buylla aseguró que servirá como complemento del Programa Nacional de Especialidad en Soberanías Alimentarias y Gestión de Incidencia Social Estratégica. Por ello el acrónimo “Pies ágiles” será el nombre genérico de este nuevo programa nacional que pretende formar a especialistas. Aparte de la promoción de este nuevo modelo de formación de especialistas que pretende formar a 1000 en las diferentes líneas de acción a favor del bienestar comunitario, la Dra. Álvarez-Buylla mencionó que en una segunda instancia, este convenio pretende impulsar también iniciativas institucionales conjuntas para complementar, consolidar y robustecer acciones prioritarias del Programa Nacional Estratégico de Salud del Conacyt en los ámbitos particularmente de la alimentación y la salud comunitaria, la salud ambiental y la ciencia de datos en salud.

Otro punto que se pretende apoyar con este convenio es el desarrollo de nuevas iniciativas de investigación e incidencia para integrar, divulgar y popularizar los datos en salud dada su  importancia para profundizar en las causas y mecanismos complejos que subyacen en la emergencia de enfermedades, casi todas de origen socio-ambiental. Para lo cual en los repositorios Conacyt se están cosechando  e integrando todos los datos que se han generado en las instituciones de salud con recursos de Conacyt. Igualmente, se contempla que se pueda participar desde el INSP en la Red Nacional de Investigación Pública, coordinada por Conacyt y articulada por los laboratorios nacionales del consejo. Se pretende establecer una plataforma para que los ensayos clínicos sean preponderantemente públicos.

Para concluir, la Dra. Álvarez-Buylla señaló que se han destinado más de 50 millones de pesos a proyectos muy importantes del INSP para el desarrollo de acciones enmarcadas en varias convocatorias como son las de ciencia básica y ciencia de fronteras, distintos varios programas nacionales estratégicos, en particular de salud, violencia, sistemas socio-ecológicos, soberanía alimentaria cambio climático y calidad del aire y convocatorias específicas para la Covid-19. “Hoy –dijo– México avanza para que su población goce del derecho pleno a la ciencia y acceder a una salud pública integral, basada en evidencia e investigación científica, honesta y verdaderamente comprometida socialmente”.

Por: Redacción ESPM

Fotos:  Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)
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