“Más conciencia, menos cáncer”, transforma evidencia científica en información accesible para prevenir el cáncer de mama

El 19 de octubre se llevó a cabo el Seminario-taller “Más conciencia menos cáncer. De la evidencia científica a la traducción del conocimiento para prevenir el cáncer mamario”, a través del cual se sensibilizó sobre la importancia y el valor de la evidencia científica y su traducción en formas accesibles para concienciar a la población sobre esta enfermedad. 

La sesión se llevó a cabo en formato híbrido y contó con la participación en el panel de la Dra. Lizbeth López Carrillo, investigadora del INSP/ESPM y líder del proyecto “Más conciencia menos cáncer”; la M.C. Martha Karen Flores García; la Dra. Lorena Castillo Castillo, directora del Instituto de la Mujer de Cuernavaca; y la Dra. Nenetzen Saavedra Lara, Subdirectora de Desarrollo y Extensión Académica de la ESPM.

La Dra. Saavedra Lara describió el contexto de este seminario, señalando que en México el cáncer mamario representa un grave problema de salud pública, ya que cada hora se diagnostican 3 mujeres con cáncer de mama, una de ellas muere y cerca de la mitad de estas mujeres son jóvenes en edad reproductiva. Además, en los últimos años el número de muertes por este tipo de cáncer ha aumentado en forma alarmante en nuestro país asociado, en gran parte, al retraso en el inicio de los tratamientos.

Con el tema “El cáncer mamario es prevenible”, la Dra. Lizbeth López Carrillo abrió la ronda de participaciones señalando que este tipo de cáncer podría prevenirse con cambios de estilos de vida y un ambiente saludable. Para ello –dijo– se deben emitir recomendaciones a partir de la comprensión de la enfermedad, los factores de riesgo que se le asocian y las acciones que se deben llevar a cabo para mitigar sus efectos. Asimismo, aseguró que la prevención secundaria de esta enfermedad consistente en examen clínico, mamografía y auto exploración, solamente resulta útil para prevenir muertes prematuras cuando el cáncer ya está presente. Por ello invitó a las mujeres a preguntarse qué puede hacer cada una, de manera individual, para que no le den una mastografía positiva, porque –dijo– “cuando una mujer personalmente se detecta un tumor, por lo general, ya es tarde; pues éste para entonces mide al menos unos 2 cm”. Sin embargo, explicó, esta medida de autoexploración se ha promovido porque en ocasiones será el primer semáforo de alerta. Otro dato importante expuesto por la Dra. López Carrillo es que la mamografía es útil para mujeres de 50 años y más, edad en la que el seno es blando porque se remplazó el tejido fibroso por tejido adiposo. Por tanto, a las mujeres jóvenes la mamografía no les sirve como se requeriría. 

Cabe mencionar que en este seminario se señaló que el cáncer mamario tiene incidencia en mujeres cada vez mas jóvenes, la mitad en mujeres pre-menopáusicas, por lo cual este tipo de cáncer ya se puede considerar como un “cáncer de jóvenes”. También se indicó que el número de muertes sigue aumentando desde 1990; y se hizo saber que en nuestro país hay 29,929 mujeres diagnosticadas por año; 7,931 fallecimientos anuales y el 90% son cánceres que la mujer se detectó a sí misma. La cobertura de mamografía es apenas del 20%, pues los equipos de diagnóstico (mamógrafos) que existen cubren apenas a 2 de cada 10 mujeres. Si bien –señaló la investigadora López Carrillo– esta enfermedad no es tan letal debido a que hay tratamientos disponibles, tiene un importante impacto emocional y económico en las familias que aún no se ha cuantificado.

Los estrógenos son las hormonas asociadas al cáncer mamario y aparecen con la menstruación, pero la ventana estrogénica se va cerrando al tener hijos y amamantar; por lo tanto, las mujeres nulíparas (que no han dado a luz a hijo alguno), que reglaron a temprana edad o que usan hormonas como terapia de remplazo hormonal para disminuir síntomas de menopausia, tienen más posibilidades de desarrollar cáncer mamario. No obstante, sólo el 30% de los casos está explicado por historia reproductiva y hormonal, el resto está asociado a factores múltiples. Se trata –dijo la investigadora del INSP-ESPM– de una enfermedad multicausal y multifactorial donde se asocian contaminantes ambientales, estilo de vida y hábitos dietéticos, ocupación, susceptibilidad genética, consumo de alcohol, falta de la práctica de ejercicio, entre otros factores. La Dra. López Carrillo apuntó que el aumento en la incidencia de casos de cáncer mamario también está asociado al perfil de la mujer moderna: poca lactancia, cambio en la dieta y edad tardía del primer embarazo. De tal manera, recomendó conocer el Código Europeo contra el Cáncer y el Código Latinoamericano contra el Cáncer, como guías útiles sobre acciones de prevención que cada mujer puede realizar en forma individual.

Por su parte, la Mtra. Karen Flores presentó el proyecto “Más conciencia, menos cáncer”, consistente en la elaboración de 24 video-cápsulas informativas para informar qué es el cáncer de mama, cuáles son sus síntomas, epidemiología, multicausalidad y factores asociados a esta enfermedad, agrupados en 3 categorías: genéticos, ambientales y reproductivos. A partir de la identificación de los factores asociados informó que se emitieron recomendaciones generales basadas en evidencia sobre actividades y acciones para disminuir el riesgo de desarrollar cáncer mama, entre las cuales destacan la adopción de un patrón dietético prudente o saludable, basado en frutas y verduras, relacionado con menores posibilidades de desarrollar estos tumores, en contraste con el patrón occidental con base en alimentos ultra-procesados, grasas saturadas, azúcares y sodio. También se recomendó una mayor duración de lactancia materna exclusiva como factor benéfico y de mayor protección contra el cáncer de mama.

Elemento fundamental en este seminario fue informar acerca del rol que la comunicación y la divulgación de ciencia puede tener en la prevención del cáncer mamario. Para ello, la Dra. Nenetzen Saavedra señaló que la comunicación y la divulgación en el contexto de la salud pública sirven para influenciar y motivar a los individuos, las instituciones y grupos poblacionales específicos, sobre temas importantes de salud y entregar conocimiento adaptado a las necesidades, contexto e idiosincrasia de esos grupos, permitiendo así la construcción social del conocimiento. De igual manera, explicó que las estrategias de divulgación permiten poner en práctica la educación para la salud y promover cambios en comportamientos y estilos de vida no saludables o que presentan un riesgo para los individuos y las poblaciones. Sin embargo, la comunicación para la salud, por sí sola, no puede garantizar cambios inmediatos, ni compensar el acceso insuficiente a servicios de salud, ni producir cambios sostenibles en conductas de salud complejas sin el soporte de un programa de cambio más amplio.

La Dra. Saavedra Lara hizo saber que desde esa mirada se desarrolló en el INSP-ESPM el proyecto divulgativo “Más conciencia, menos cáncer”, para traducir evidencia científica en cápsulas informativas audiovisuales accesibles, con la colaboración de la Fundación IMMS y el CONACYT. Dijo también que la expectativa inicial que se planteó –conseguir mil vistas a las video-cápsulas– se ha superado por muecho, al lograr 11,611 vistas y más de 60 mil personas alcanzadas a través de Facebook. Si bien aún falta elaborar un análisis y evaluación sobre efectividad de la comunicación para la salud que se llevó a cabo en esta estrategia, considerando su impacto, ya se está lanzando la nueva campaña denominada “Salud-EN-cinco” para motivar a la población a conocer, comprender y compartir información confiable para prevenir distintas enfermedades. Para el caso específico de “mas conciencia, menos cáncer” se concentró un resumen de cápsulas audiovisuales que se encuentra disponible en el enlace:  https://www.espm.mx/conciencia-cancer/, a fin de que las mujeres puedan dedicar cinco minutos a ver este material y lo compartan con otras cinco mujeres más. De manera que vayamos generando un “círculo virtuoso” a favor de la salud entre la academia, la ciencia y la población.

Para cerrar las intervenciones de este seminario-taller, la Dra. Lorena Castillo Castillo, directora del Instituto de la Mujer de Cuernavaca, expuso los “Factores sociales que impiden la detección de cáncer de mama en mujeres de Cuernavaca, Morelos”, un estudio realizado desde ese Instituto para conocer el sentir de las mujeres de Cuernavaca con relación a esta temática.

La Dra. Castillo apuntó que en Cuernavaca por cada 100 mil mujeres, 22 mueren a causa del cáncer de mama debido principalmente a la falta de acciones de prevención. Un alto porcentaje de estas mujeres no tienen educación o sólo cuentan con educación básica y tampoco cuentan con acceso a servicios de salud. El nivel educativo y económico son los más frecuentes de identificar como factores que inciden en la falta de detección y atención oportunas de cáncer mamario. A estos factores se suma la inequidad donde las brechas se amplían afectando principalmente a las mujeres con menos recursos.

La directora del Instituto de la Mujer de Cuernavaca señaló que el estudio realizado tuvo como objetivo identificar y conocer los principales factores y las barreras que impiden a mujeres de 8 colonias de Cuernavaca realizar las acciones de detección oportuna del cáncer de mama e incidir en esos factores a través de iniciativas de salud pública. Mediante este estudio realizado a 18 mujeres con edades de entre 20 a 42 años se pudieron identificar barreras de información, económicas, sociales y culturales, así como barreras de organización de los servicios de salud. También se pudo conocer que la información que las mujeres manejan sobre prevención de cáncer mamario es escasa, heterogénea y contradictoria. Las mujeres entrevistadas mostraron desconocimiento sobre los procedimiento para hacer autoexploración; y el machismo de los hombres, sus esposos o parejas, retrasa la búsqueda de atención porque no les permiten asistir a los servicios médicos. El perfil predominante fue de mujeres casadas y en unión libre, con bachillerato y/o carrera comercial, y 10 de las entrevistadas afirmaron realizar trabajo no remunerado en casa. Diez de las 18 entrevistadas no conoce los factores de riesgo sobre cáncer mamario y mayoritariamente en el grupo muestra prevalece un sentido de nos ser susceptibles a enfermarse. Asimismo, las mujeres reconocieron como las principales barreras para la detección la pena y la falta de calidez y respeto en el trato de los prestadores de servicios de salud.

Entre las principales barreras sociales y culturales identificadas a través de este estudio están los miedos y tabúes con respecto a la enfermedad, la autopercepción del cuerpo y restricciones de tipo moral. Las barreras identificadas de la organización de los servicios de salud son la falta de disponibilidad de servicios, carencia de recursos, insuficiente capacitación y entrenamiento del personal de salud, elevados costos de atención y de medicamentos en el ámbito privado.

También se pudo determinar que las organizaciones de la sociedad civil OSC y colectivos de mujeres representan el espacio de mayor confianza y seguridad para las mujeres, por lo que se abre una ventana de oportunidad para incidir por medio de ellas en la prevención del cáncer mamario.

Para concluir, la Dra. Castillo recomendó mejorar la información para la población, la elaboración de mensajes positivos y la implementación de prácticas hacia la búsqueda de prevención y atención temprana.

Te invitamos a conocer todas las cápsulas de “Más conciencia, menos cáncer”. https://www.espm.mx/conciencia-cancer/ 

Por: Redacción ESPM