¿Quién es Cristina Peri Rossi? Ganadora en 2022 del galardón más prestigioso de las letras castellanas

“La poesía es un estado de ánimo, no una sustancia. Una visión, no una esencia”

Cristina Peri Rossi

A punto de cumplir 80 años y con un estado de salud delicado, Cristina Peri Rossi, es la sexta mujer en ganar el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, sumándoseal reducido grupo de mujeres laureadas por este premio del gobierno de España, conformado por las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992), la mexicana Elena Poniatowska (2013) y la también uruguaya Ida Vitale (2018).

Aunque este nombramiento fue hecho el 10 de Noviembre de 2021, fue hasta el pasado 22 de abril del año en curso que se hizo la entrega del galardón que fue recibido en su nombre por la actriz argentina, también exiliada, Cecilia Roth, mediante la lectura de un discurso decididamente feminista, antibelicista y comprometido; ya que, aunque la poeta Cristina Peri Rossi reside en Barcelona, debido a sus problemas de salud le fue imposible desplazarse hasta la Universidad de Alcalá de Henares, donde los Reyes de España hicieron la entrega de este preciado galardón: “Como hicieron tantos exiliados españoles, he intentado como Doña Quijota desfacer entuertos y luchar por la libertad y la justicia”,  “Tuve claro que en una sociedad patriarcal ser mujer e independiente era raro y sospechoso”, leyó Roth como parte del discurso de Peri Rossi.

Narradora, poeta, ensayista, traductora y activista política, la escritora uruguaya Cristina Peri Rossi tuvo que exiliarse en España desde 1972, perseguida por la Dictadura militar que rigió en su país, donde los medios de comunicación tenían terminantemente prohibido nombrarla, hasta el regreso de la democracia en 1985.

Traducida a 20 idiomas –incluidos el yidis y el coreano–, Peri Rossi –referente de los feminismos– nació en Montevideo en 1941 en el seno de una familia de inmigrantes genoveses. Su padre falleció cuando ella era muy joven, siendo su madre, maestra; y su tío, un comunista dueño de una biblioteca, quienes la instruyeron en los ideales feministas de igualdad, transmitiéndole el amor por la literatura y por la música, y acompañándola en  el reconocimiento de su talento, lo cual resultó fundamental también en su ulterior desarrollo como escritora.

De joven, Peri Rossi rondaba las bibliotecas públicas, ante la imposibilidad de comprarse libros, y fue en la adolescencia cuando, en la Biblioteca Nacional, se cruzó con el libro que cambiaría radicalmente su pensamiento e influiría posteriormente en su obra: El segundo sexo, de Simone de Beauvoir.

Trabajó y estudió hasta licenciarse en Literatura Comparada en la Universidad de Montevideo, donde también fue docente, al mismo tiempo que comenzó a desarrollar su carrera literaria, siendo su primera obra Viviendo, una recopilación de cuentos publicada originalmente en 1963, cuando apenas cumplía los veinte años de edad. Más tarde, en 1969, se publicarían sus cuentos Los museos abandonados, y su primera novela El libro de mis primos; y, en 1971, Evohé, su primer poemario: disruptivo, erótico, explícito y lésbico. Esta primera colección poética escandalizó a la sociedad uruguaya por su erotismo y sus transgresiones sexuales. Su obra había roto con el rol preestablecido de la mujer y había puesto sobre la mesa la libertad de la sexualidad femenina.

Cristina Peri Rossi había llamado ya la atención de la crítica literaria y fue considerada como una de las máximas promesas de la literatura rioplatense, obteniendo premios como el de Jóvenes de Arca y Marcha; mientras, simultáneamente, se iba transformando en una voz incómoda para el golpe militar que se gestaba en 1972.

En su etapa como universitaria y docente se involucró activamente en los movimientos sociales de su país. Como parte de su compromiso social, Cristina Peri Rossi colaboró en el semanario El Popular (del partido comunista) así como En Marcha, una revista progresista que incentivaba la formación de lectores de literatura contemporánea. Esta última se convirtió en un referente cultural de las letras latinoamericanas del siglo XX, junto con las revistas Sur de Argentina, Casa de las Américas de Cuba y Plural y Vuelta, fundada en México por Octavio Paz.

Antes de que Juan María Bordaberry tomara el poder mediante un autogolpe, usando a las fuerzas armadas, Peri Rossi debió partir al exilio europeo con 10 dólares en el bolsillo, radicándose en Barcelona, ya que allí en la época del “Boom” se gestaba el centro editorial latinoamericano. En Montevideo dejó a su madre, una biblioteca de más de tres mil títulos y a su perro llamado Jack, en honor a Jack London. “Partir es partirse en dos”, escribió en un poema de Estado de exilio con un profundo sentimiento de pérdida.

No obstante, su llegada a Barcelona marcó una nueva etapa en su producción artística: “Si el exilio no fuera una terrible experiencia humana, sería un género literario”, expresó al respecto en el prólogo del mismo libro de poemas Estado de exilio, que escribió en 1973 pero que publicó hasta 2003. En los poemas de este libro, al igual que en otros poemarios que escribió en Barcelona, se puede apreciar una búsqueda profunda de la identidad marcada por el exilio.

En el 74 nuevamente tuvo que huir, esta vez  a París, con la ayuda de su amigo Julio Cortázar, cuando el Gobierno Español colaboró con el uruguayo para negarse a autorizar de nuevo su pasaporte español. Con Julio Cortázar mantuvo una relación intensa de amor y amistad. Publicó un biografía de él, entre diario, poemario y breves narraciones, Julio Cortázar y Cris, que causó una gran polémica al afirmar que Cortázar murió de sida, virus que según Peri Rossi, habría contraído durante una transfusión de sangre en mal estado en el sur de Francia.

Siendo la única escritora mujer vinculada al boom latinoamericano por novelas como La nave de los locos, una sentida y reflexiva alegoría del exilio, recibió en 2008 el premio Loewe de poesía por el libro Playstation, entre tantísimas distinciones que ha recibido por su lenguaje directo y preciso, donde el erotismo se tornó una decisión estética para enfrentar al puritanismo estético y moral.

A pesar de su exilio en España, bajo el régimen de Franco, y también después en París, la autora siguió publicando obras de alto contenido político y no dejó de involucrarse en labores de activismo fuera de Uruguay. “No he escrito una sola línea en mi vida, ni un artículo periodístico, ni he dado una conferencia, ni he intervenido en ninguna tertulia, ni he publicado un solo poema que no tuviera siempre en cuenta que la literatura es un hecho social”.

Por: Redacción ESPM

 

 

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